Regresar cuesta...

jueves, 30 de junio de 2011

Regresar cuesta trabajo, escribir las cosas en las que uno anda es...estresante, son muchas y no daría tiempo de contarlas.

Tatuador y yo estamos tratando de superar nuestra crisis, en el trabajo hay mucho agetreo, Jefa no me quiere, Gran Jefa me dice que no me preocupe y Aliada ha metido las manos al fuego por mi...estresante

Dolor de cabeza no me deja, aqui llueve y llueve y apenas ayer me convertí en sopa viviente...mañana tendré mil cosas que hacer y solo espero salir viva de esto...

A casi 2 años de ausencia...

miércoles, 22 de junio de 2011

Regresé, con muchas noticias nuevas, Tatuador y yo vivimos juntos, pero sigo siendo soltera, no luzco ningún anillo de compromiso ni mucho menos matrimonio...

Me siento feliz, feliz de haber recuperado este rincón de paz, en donde puedo decir, opinar y expresar lo que de verdad tengo dentro...han pasado tantas cosas en estos dos años...

Y no ha sido por culpa de tatuador que no he escrito, ha sido mi culpa, porque me olvidé de muchas de mis cosas, de muchos de mis gustos por estar en una relación que a veces no soporto, que tiene mucho de bueno, pero a veces es más difícil de lo que se cree....o creo que no debería ser tan difícil...

No me malinterpreten, no es que no desee estar en la relación, pero estamos en un punto en donde han salido muchas dudas, en donde los problemas se han acentuado, es lindo tener a alguien que te masajee la espalda cuando te sientes mal, que te ponga una cobija extra cuando hace frío, pero es desesperante cuando las cuentas no salen, cuando los aniversarios no se celebran, cuando los hijos de otro acaparan navidades, cumpleaños, días festivos y año nuevo...

No se que curso seguirá esta historia, lo que si se es que les tendré informados, gracias a que he recuperado mi espacio...

Despues de casi un mes...

domingo, 12 de julio de 2009

O algo mas, aqui estoy de nuevo, vaciando mis ideas que necesitan ser expuestas...

En fin, Tatuador y yo seguimos, vamos bien, con algunos baches que hemos podido sortear, otros...no tanto, el tiene una historia muy dificil, su pasado aun regresa de vez en cuando y ahora no solo lo tortura a él, sino que ahora que ya estoy involucrada con él, tambien me toca sufrir una que otra vez las consecuencias...

El me dice que soy un cambio en su vida, que es feliz conmigo, que desea estar conmigo para siempre...me dice que me ama...algunas cosas se las creo...otras no se si sean ciertas o si esta confundiendo el enamoramiento normal con el verdadero sentido del amor, creo que no se puede amar en tan poco tiempo, creo que los dos estamos maravillados por las nuevas sensaciones que estamos viviendo...pero saltar da miedo.

Somos una rara combinacion de mucha historia y carga contra cero historias y cargas ligeras de distintos tipos, muchas veces lo entiendo, otras tantas trato de entenderlo, las demás simplemente lo escucho y sufro en silencio su dolor, he secado sus lágrimas y he llorado junto a él, no se si esto que siento sea amor de verdad, pero mi único deseo es que él sea feliz, ya sea conmigo, con otra o solo pero feliz realmente, se lo he dicho y se limita a decirme que me ama...no lo creo o mas bien me da miedo creerlo.

Mis inseguridades le desesperan, muchas preguntas que le hago lo sacan de balance y aún así las responde con paciencia...el no me hace preguntas, pero cada vez que hablo me escucha con atencion...y en efecto, inicié la relación con la idea de que nada es eterno en esta vida y en un mes y dias sigo esperando el momento en el que él decida dejarme, ¿por qué?, realmente no lo sé, simplemente lo siento...

Complicaciones...

martes, 9 de junio de 2009

Vaya que las relaciones interpersonales son complejas, que si te quiero estoy contigo pero tengo mis reservas pero quiero que seas todo para mi pero me da miedo pero si quiero...etc, etc, etc...

Aún así, la emoción gana y siento que lo quiero...

Nueva adiccion...

martes, 2 de junio de 2009

Hace casi dos semanas Tatuador me dio la bienvenida a "mi nueva adicción", yo no le quise creer...pero tuvo razón...ayer me he hecho otro tatuaje, mil veces más pequeño que el primero, tal vez no tan agraciado como el primero, tal vez no tan armónico como el primero, pero es igual o más significativo que el primero...

Me gusta sentir el escozor que causa la aguja en mi piel, me gusta el ardor que provoca el movimiento de la máquina, me gusta cuando me limpian los excesos de tinta y sangre y cuando humectan el tatuaje es la gloria...me gusta ver la cara de concentración que los tatuadores tienen cuando tatúan...más me gusta la cara de Tatuador cuando me tatúa...

Me gusta ver la cara de los que ven cómo me tatúan y me río de mi propia cara de dolor cuando me tatúan, me gusta la conversación informal de las sesiones "de rayado", la sensación de tener algo que realmente me pertenece sólo a mi y que nada ni nadie me podrá quitar...eso me gusta...

Papá está molesto y no me habla de frente ni fluido desde que me he hecho el tatuaje, Mamá se ha portado hermosa y cada que puede me revisa y me lo halaga, Hermano es fan de mi arte corporal y Tatuador se ha convertido en una amistad potencial...con ganas de que evolucione a otra cosa...eso también me gusta del tatuaje, diferentes opiniones, diferentes personas unidas por solo tinta.

Post de último minuto...este arroz ya se coció...Tatuador y yo somos pareja...inicio con alegría, miedo, ilusión, y un agradecimiento al destino que me llevó a él...esperemos que las cosas "pinten" bien...los mantendré informados.

Besos!
MM

Petición lanzada...

martes, 26 de mayo de 2009

Dicen que basta con lanzar una petición al universo y éste confabulará con todas sus fuerzas para darnos lo que hemos pedido…

En toda mi vida he pedido miles de cosas, situaciones, personas, etc. Que en ocasiones se han dado y en mayor cantidad de veces no se han concretado; pero no creo que sea culpa del universo o el destino en sí, sino que ha sido el miedo al fracaso, al dolor o a lo nuevo lo que me ha hecho caminar por senderos alternos…saboteando lo que de verdad en esos momentos imploraba.

Ahora que lo he conocido, quiero que pase, tengo miedo, sí, pero aún así deseo que pase, no hay nada dicho, no hay nada cierto, sé que me puede lastimar, sé que me puedo desilusionar, sé que las cosas no serán fáciles, pero tengo las ganas de que pase…

Del dicho al hecho hay un gran trecho, pero quisiera que fuera él el que en estos momentos llegase y quisiera que fuese yo la que él necesita…

Llámenme loca, llámenme inmadura, pero quiero que mi vida se transforme en lo que siempre he buscado, su llegada marca un inicio a ese cambio…me da miedo, mucho, pero si no pasa no puedo decir que al menos no lo intenté…

Él no da señales, me da señales, no me dice nada y a la vez me dice cosas que importan, me confunde y juega con mi mente, es claro y me dice las cosas directamente, me miente y a la vez me dice la verdad, le creo, dudo y le vuelvo a creer y vuelvo a dudar, todo al mismo tiempo, confío en él y él parece confiar en mi, es un remolino de contradicciones verdaderas…pero así quiero estar con él.

Me dice que se va, me dice que se queda, me dice que nos veamos, que hablemos, ¿será que nuevamente mi cerebro está confundido? ¿será que mi corazón se está tejiendo un suéter de ilusiones falsas pero hermosas? ¿será que esto puede ser verdad y el universo me ha escuchado?

Las complacencias no, pero el regimen si...

martes, 19 de mayo de 2009

Al parecer las complacencias temáticas no han funcionado...pero mis ganas de un régimen bloggero siguen empeñadas en escribir una vez por semana, esta vez me siento frente a este espejo a contarles mis emociones al recibir mi primer tatuaje.

Desde que recuerdo los tatuajes me han llamado la atención, ¿de dónde sale mi gusto por ellos? no hay respuesta exacta, mis papás siempre fueron opositores de las modificaciones corporales, Hermano solo tiene perforado el lóbulo izquierdo y fue tan sólo por pagar una apuesta que terminó siendo gusto.

Primos, sobrinos, tíos no tienen tatuajes, siempre han mantenido al margen a las personas tatuadas o diferentes, por los típicos prejuicios que adoptamos como normas de urbanidad, pero yo al menos en eso me diferencio de todo mi clan familiar.

A los 9 años un amigo de Hermano dejó un cassette de Pearl Jam en casa, Hermano lo escuchó una sola vez y no lo volvió a tocar, vamos es más del gusto de Bon Jovi, pero a mi me fascinó la voz de Eddie Vedder y me adjudiqué el cassette, me la pasaba pegada a mis audífonos escuchando esa música que me aceleraba y me hacía querer brincar, de ahí inició mi gusto por el rock, luego de Pearl Jam conocí a Kiss, Metallica, Nirvana, Pantera, Motley Crüe, etc...

Mientras mis primos se embelezaban con los ayeres de Air Suply, George Michael, Luis Miguel y Menudo, los más radicales escuchaban a Duran Duran, así que como se darán cuenta la oveja más pequeña del rebaño, en mi caso, es la más extraña jajaja

En fin, junto con ese gusto musical creció tambien el gusto por la moda alternativa, el maquillaje glam con el que adornaba a mis muñecas, los cortes de cabello, que nunca funcionaron porque el pelo de muñeca es un horror cuando lo intentas peinar tu misma, y de pronto con un marcador morado hice el primer tatuaje en mi muñeca favorita, empecé a agregarle colores al arcoiris que le dibujé en la espalda y desde ese entonces mi deseo porque hubiese "algo" que me dibujara un arcoiris o algo en la piel me apasionaba...

Tiempo después llegó MTV a Latinoamérica y ahí vi que los dibujos en la piel eran posibles, Tommy Lee y sus tatuajes me cautivaron y fue a los 13 años que le dije a Mamá que quería un tatuaje, ella me vio con sorpresa y me dijo: "estas completamente loca, eso sólo lo hacen los de la cárcel, no las niñas como tú".

Pero aún así cada año se me acentuaba más el gusto por este tipo de "arte vivo", me dediqué a investigar, a leer y a buscar orígenes, imágenes y personas con tatuajes bien y mal hechos, en fin, cuando cumplí 18 años le dije a Papá que me tatuaría, él me dijo tajante: si te atreves a tatuarte, olvídate de que tienes padre; esa amenaza aún cuando no la cumpliría, en ese momento me hizo retractarme, aún cuando en la calle en donde está la casa habían abierto una tienda de tatuajes...

Cada vez que pasaba por ahí veía una Harley Davidson estacionada y escuchaba música rock, no me atrevía a entrar porque era tímida y sobretodo porque sabía que todos los tatuadores eran hombres, a pesar de que a mí un hombre tatuado me llama la atención, mi nerviosismo era más grande y la timidez y la desidia nunca me dejaron entrar a esa tienda, que un buen día para gracia de Papá, cerró.

Hace apenas un par de semanas, salimos en familia al hospital para arreglar unos papeles, y adelante de nosotros en la fila había un muchacho con un muy buen tatuaje en la espalda, yo como siempre he sido la bebé de la familia y según Hermano y Papá soy tímida hasta las cachas, no pensaron que le preguntaría al muchacho quién le había hecho tremendo trabajo, pero me le acerqué y le saqué el nombre del artista y la dirección de su tienda.

Ya con los datos en mano, no me atreví a ir sola, y esperando a Amiga a que se decidiera a acompañarme a pedir un tatuaje, pasaron 2 semanas completas, pero la semana pasada Hermano tendría que ir a comprar unas cosas cerca de la tienda que me había dicho quel chico, y sorpresivamente le dije a Hermano que lo acompañaría, así que casi a medio día Hermano pasó por mi y me dijo: "que raro que me quieras acompañar al centro, si necesitabas algo me lo pudiste haber pedido", yo: "si necesito algo pero necesito ir yo a ver..."

Llegamos y Hermano me dijo, bueno, voy a comprar x cosa y te veo aquí en media hora, muy bien, mi momento había llegado, empiezo a acercarme a las tiendas de tatuajes que son 4, las 4 con las mismas señas, las 4 frente a un local de películas y zapatos, así que me armé de valor y entré a la primera, pregunté por Tatuador y me dijo con mala gana el tipo que a la vez tatuaba a un señor, "aquí no conocemos a nadie con ese nombre" "...gracias" media vuelta, a la siguiente tienda...

Misma pregunta, misma actitud, misma respuesta, misma acción, de pronto un tipo de la tienda de películas me pregunta: "¿a quién buscas?", yo: "a Tatuador"..."es en aquella tienda", "¡gracias!".

Entro a la tienda y un tipo sucio y de mal aspecto me observa, pido con todas mis fuerzas que no sea él el buen artista que busco, y ¡sorpresa!, no es él, lo llaman y de una puertecita sale un tipo, moreno, no tan feo, con ropa limpia y con una gran sonrisa y muy linda voz me dice: "Hola, yo soy Tatuador, ¿en qué te puedo ayudar?". Felicidad y éxtasis me inundan, es una buena persona, sí sabe de trato al cliente y sabe su trabajo.

Le explico lo que busco, toma una hoja y un lápiz y lo empieza a dibujar, en menos de 5 minutos me tiene un boceto bastante parecido a lo que quiero, el tiempo se nos va entre indicaciones, borrones y vueltas a dibujar, me cuenta un poco de su vida, le cuento un poco de la mía, me dice el procedimiento, en qué consiste y todo lo que debo esperar, me pregunta si estoy lista y le digo, "no, de hecho no tengo el dinero y necesito saber cuanto me costará"...

Él me ve serio y yo pienso "lo perdí, va a adoptar esa actitud de tatuador malvado", pero me responde, "no te preocupes por eso, van a ser sólo xxx pero...te bajo el precio a xx, ¿te parece?", ¡muy bien!, necesito una semana más para reunir esa cantidad porque me hace falta un poco, pero el lunes estaré más que lista...

De pronto me dice, si quieres puedo ir a tu casa a tatuarte, para que estés más cómoda y no haya tipos morbosos que estén viendo...se me hace raro que lo proponga...pero algo me lleva a aceptar...intercambiamos teléfonos y me dice que le llame el domingo para ponernos de acuerdo con el horario y para darle mi dirección...todo el viernes, sábado y domingo se me volaron los sesos de emoción, de pensar que por fin tendría mi anhelado tatuaje, de pensar en el dolor y esas cosas que una piensa cuando se va a tatuar jajaja...

De pronto el domingo se me adelata y él me llama, emocionada le digo, a las 10 de la mañana te espero, muy bien, arreglo mi casa, me meto a bañar, me visto adecuadamente, pongo mi música favorita y él llega, me enseña el boceto, ¡perfecto!, coloca su equipo en mi mesita de café, mientras hablamos de sus inicios y me comenta que hacía 8 años había abierto una tienda de tatuajes en la calle X, que él tenía una Harley Davidson...era él el que estaba en esa tienda vecina a mis papás, era él el dueño de esa Harley que yo veía desde mi casa paterna...era la idea de él la que me intimidaba...

Pero qué pequeño es el mundo, nunca me atreví a entrar a esa tienda por miedo y por Papá, me responde que si hubiese entrado en ese momento ya nos conoceríamos y sobretodo ya seríamos amigos, me pregunta si sigo sintiendome intimidada por él...no, ya no...le pregunto si es común que vaya a tatuar a alguien a su casa...me dice que no es normal, pero que algo le dijo que conmigo sería mejor...

Realmente fue mejor, me sentí mucho más tranquila en mi casa, con mi música, sin calor y estuvimos hablando muy a gusto hasta que me dijo: "quédate quieta, no te muevas, voy a hacerte una línea para que sientas el tatuaje...pero sígueme contando de cuando vivías cerca de mi tienda..." "eh...ah...(¡como duele!)...eh..." mi cerebro sufrió una especie de paro temporal hasta que le dije que por favor él me hablara para olvidarme del dolor.

Me habló de su vida, de sus viajes, de sus amigos y poco a poco mi cuerpo se acostumbró al dolor, de hecho él me dijo que estaba siendo buena chica porque no me movía y estaba muy tranquila, me empezó a preguntar de mi vida y poco a poco pude hablar más fluidamente hasta que después de una hora y media terminamos sin antes decirme, "ya está tu primer tatuaje, pero no creo que sea el último", le pregunto el motivo de su comentario, me dice, "porque simplemente lo sé y lo siento, que al menos yo te haré varios tatuajes más"...

Me dió la bienvenida a su mundo, las recomendaciones de cuidados y me regaló una crema especial que aplican inmediatamente despues de tatuar y una vez sanado el tatuaje se vuelve a aplicar para reavivar el color y que tenga una mejor apariencia, me dijo que estas cremas se manejan sólo entre tatuadores, pero que me dejaría un tubito, me dijo también que podía llamarlo para salir o para cualquier cosa, me dijo que el me llamaría después, se despidió con un abrazo y un beso muy tierno en la mejilla...

No sé realmente lo que pretende, o no lo quiero ver o lo veo más allá de lo que es, pero yo me siento feliz con mi nueva adquisición y tengo la ligera ilusión de que él me llame...¿tú qué opinas?

De envejecimientos a envejecimientos...

martes, 12 de mayo de 2009

Dietas interminables, ejercicios dignos de matar a cualquiera que no posea los super poderes del mismísimo Superman, cirugías sorprendentes y cremas que nos prometen rejuvenecernos 10 años en tan sólo una semana, se han vuelto parte de nuestra rutina diaria...todo para vernos bien y sentirnos cada vez "mejor"...
A mis 26 años, se me ha vuelto costumbre: revisarme en el espejo detalladamente y analizar mis nuevas líneas de expresión, subirme a la báscula una vez por semana (debo evitar subir a diario), usar cremas humectantes y reafirmantes en todo el cuerpo, mantener mis manos siempre bien presentables (nunca dejar que se resequen), usar pantalla solar para evitar manchas futuras, hacer ejercicios que me prometen que mis carnes se mantendrán en su lugar, en fin...todo sea por mantener la juventud en mí...
Pero como todo buen hábito existen sus pros y contras, hubo un tiempo en el que no me permitía comer un pedazo de chocolate por miedo a ganar peso, en ese mismo lapso, al despertar lo primero que hacía era subirme a la báscula y anotar cada gramo ganado o perdido, que si ya se acercaba mi fecha de cumpleaños y cada día es un metro más hacia los 30, que si tengo kilos de más parezco tener más edad, que si la línea que se forma desde la base de mi nariz hacia la comisura de la boca cada vez se marca más y la única solución es dejar de sonreír...un caos total...
Hasta que un día paseando por la playa, sumida en mi depresión por tener sobrepeso, una línea de expresión que no se va y no sentirme libre de este cuerpo, me detuve a observar a 3 señoras de origen canadiense, bastante pasadas de peso, bastante arrugadas pero sobretodo, bastante felices, ahí estaban ellas, enfundadas en trajes de baño de colores vivos, asoleandose sin pena ni gloria, con cerveza en mano, una de ellas se levantó de su sillita con algo de trabajo y corrió torpemente hacia la orilla del mar mientras las otras dos se reían alegremente y la seguían...
Ahí estaban ellas, pasando el momento felizmente, sin preocupaciones, sin restricciones, y del otro lado estaba yo, preocupada, deprimida y reprimida, ellas a pesar de pasar de los 60 años y de estar obesas, arrugadas y colgadas, estaban aprovechando el día como si tuviesen 18; y yo con 24 años parecía tener 80 años, quejándome de un cuerpo modificable, de una piel que mis amigas envidian y de un sinfin de detalles que en ese momento parecían ser del tamaño del Opera House...
En ese momento entendí que la vejez sí se lleva en el alma...en ese momento decidí que a pesar de mis defectos tenía que aprender a quererme, porque mi idea era que yo iba a ser feliz si llegaba a pesar 50 kilos, que iba a ser feliz si tenía una piel de porcelana, que iba a ser feliz teniendo una melena digna del león de la Metro Goldwin Mayer, pero hasta que no tuviese eso no sería feliz...y pensé que tal vez no lo lograría y entonces nunca sería feliz, o que ¿debería llegar a los 60 años para empezar a serlo?...no...
Hasta ahora cada día para mí es un ejercicio mental en el que tengo que aclarar mis ideas en cuanto al tiempo y su paso por mi, quiero ser joven físicamente, pero no me quiero torturar para serlo, quiero mantener la juventud que hay en mí por mucho tiempo, y para que eso pase, la única manera sencilla de hacerlo es aceptarme como soy y empezar a jugar más con lo que tengo...aún cuando no es sencillo hacerlo...es cuestión de tiempo entenderlo.
Miss Moon.
P.D. Gracias a Enebea por la sugerencia del tema...dejen sus comentarios y sugerencias para futuros blogs, besos y buena semana!