El tiempo voló...

viernes, 5 de diciembre de 2008

Ya echo de menos mi casa, mi cama, mi baño, a Papá, a Canina-Amiga...

Pienso en ello y es como si fuera un recuerdo lejano, como si fueran parte de una vida pasada, pero echo de menos estar ahí, echo de menos la sensasión de calidez que desprende el hogar y las cosas familiares...Canina-Amiga, que después de este mes no sé cual sea su reacción al verme llegar...confiará en mí otra vez o me verá como una total extraña o lo peor, me verá con el recelo con el que se le ve a un ser que te abandona a tu suerte...no lo sé...

El tiempo se me agota en este lugar y siendo esta la "gran ciudad", valió la pena la ilusión, la desilusión, las risas, las sonrisas tímidas y descaradas, las lágrimas con razón y sin ella, el conocimiento y desconocimiento de la gente que en ella habita, la vivencia en un entorno familiar distinto al mío que me hace reconocer que Mamá y Papá, han hecho un excelente trabajo, pero que sobre todas las cosas, jamás desearía tener otra familia.

Susodicho merece la pena esta mención, sí, él no fue el que incitó una ilusión en mí, fui yo sola, mi cabeza se aceleró y voló a la tierra del posible amor de caballero, en donde Susodicho podía venir a salvarme de esta soledad en la que me encuentro sumida, pero no fue así...

Lloré por defensa propia, en defensa de mi corazón y mi razón, al entender que Susodicho no había alimentado ese deseo en mí, lloré porque cada historia de amor en mi vida ha terminado en llanto, lloré y en cada lágrima que derramé me deshice de esa tonta ilusión...analicé y pensé que Susodicho no es realmente para mí, porque cuando un hombre realmente se fija en una mujer, el miedo se evapora, lucha por ella y no se comporta como un cobarde ante la idea de que algo se puede dar...pero esta idea tampoco es válida, porque Susodicho no mostró interés real en mí...

Sigo pensando en él, pero de otra forma, de la manera en la que el dolor se ha vuelto algo positivo en mí, "fue bueno mientras duró la ilusión"...entonces ahora, en lugar de pensar en él y recriminarme por no ser más delgada, más bonita, más atractiva, más seductora, más coherente en el momento adecuado...ahora sólo pienso en esa sonrisa cálida y ese ligero flirteo inofensivo que quedó encapsulado en ese pequeño instante y se ha olvidado de un día a otro...pero pasó y ahora tengo esa satisfacción.

Tantas cosas, tantos recuerdos, tantas anécdotas que han pasado en tan poco tiempo, en tanto tiempo que en verdad no pararía de escribir...