Sobreviviendo al día de San Valentín...

Mamá pregunta si "por fin" tengo planes para San Valentín, o si una vez más pasaré el día rodeada de películas...en casa y...SOLA...

Así es, respondo con tono amable, pasaré el fin de semana tranquilamente, viendo películas en casa y sola, necesito espacio para descansar y para poner en orden mis ideas, que últimamente me atormentan con su ir y venir a mil por hora sin poder encontrar la forma de expresarlas coherentemente...

Mamá dice: "bueno, eso lo haces cada año, este año deberías pasarla con Papá y conmigo", yo: "...Mamá...eso también lo hago cada año...", Mamá: "...bueno, vas a venir, ¿verdad?"

Por alguna u otra razón, el día de San Valentín siempre termino en casa con Mamá y Papá, viendo películas palomeras, con Papá dormido ya en el inicio de la película y Mamá queriendo saber la respuesta que no tengo a la pregunta, ¿tienes algún buen prospecto esta vez?..."Mamá, si tuviera un buen prospecto, no estaría pasando el día con Papá y contigo...sin ofender...".

Si salgo a la calle no puedo evitar toparme con toda esa parafernalia que nos indica que estar sola el día de San Valentín es como tener una enfermedad terminal dolorosa, es por eso que si ese día no tengo a qué salir a la calle, no lo hago, además de que mi suerte es tanta que por esa fecha, absolutamente todas mis amigas, TODAS, tienen pareja, ahora, unas están casadas, otras comprometidas y otras recién empatadas...

Creo que es momento de considerar meterme a un claustro el próximo año, o definitivamente, dejar de acceder a la invitación de Mamá...